¿Hijos? No, gracias

"Un matrimonio sin descendencia es como un jardín sin flores", espetó hace años un amigo a Carmen, sin preguntarse siquiera por qué no quería tener hijos a pesar de llevar décadas de convivencia con su pareja. Ella no quiso entrar a explicarle sus motivos. "Es nuestra decisión, así entendemos la vida y así la disfrutamos: sin hijos", reflexiona esta funcionaria. Esta elección, considerada incluso anómala en el pasado, es cada vez más frecuente, aunque todavía minoritaria, entre las parejas españolas. Entre el 13% y el 14% de las mujeres nacidas en 1965 no tiene hijos, mientras que en la generación anterior, la de las venidas al mundo en 1955, ese porcentaje estaba en torno al 10%, según datos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Las estadísticas, sin embargo, no explican los motivos, al margen del 2% o 3% de los casos que, según estimaciones europeas, son por infertilidad. Entre quienes eligen esa opción de forma voluntaria "cuenta mucho la idea de tener una vida más independiente porque, aunque la maternidad sigue siendo muy atractiva, se entiende que los hijos limitan, por ejemplo, las opciones profesionales de la madre o las posibilidades de viajar o de hacer otras cosas del padre", explica Inés Alberdi, catedrática de Sociología de la Universidad Complutense. "Tener niños se empieza a ver como algo a lo que puedes optar, no como un destino al que todas estamos abocadas, sobre todo en los países desarrollados, donde hay capacidad de decisión y acceso a los métodos anticonceptivos", añade Silvia Álava, del Centro de Psicología Álava Reyes.
Aunque cada pareja tiene sus propias motivaciones para no procrear, lo que subyace "es una mayor libertad y un ensanchamiento del abanico de posibilidades para elegir y diseñar tu proyecto de vida, además de un incremento de la tolerancia social", abunda Alberdi. No obstante, todavía existe una cierta presión, "superior hacia la maternidad que hacia la paternidad, con persistentes comentarios del tipo: ¿cuándo lo vas a tener?, ¿a qué esperas?, o se te va a pasar el arroz", puntualiza Álava.
La psiquiatra francesa Geneviève Serre, en su estudio Las mujeres sin sombra o la deuda imposible. La decisión de no ser madre, identifica el perfil de quien decide no tener niños con el de una licenciada, ejecutiva y urbana. "Normalmente su alto nivel de educación les da más opciones", corrobora la demógrafa del CSIC, Teresa Castro, "pero esto no ocurre en todos los países, por lo que tenemos que dudar de que sea un patrón asociado a la modernidad o al desarrollo económico", añade y pone como ejemplo Suecia, donde las más formadas tienen últimamente mayor número de hijos.
De hecho, un reciente estudio de la investigadora Marta Seiz, también del CSIC, concluye que en la mujer española que decide no procrear pesa más una situación socioeconómica precaria, sobre todo en lo laboral, y la ausencia de una pareja que pudiera servir de soporte, que una actitud menos orientada a la familia, con lo que "es muy difícil medir si se trata de una infecundidad voluntaria o forzosa", asegura.
De hecho, un reciente estudio de la investigadora Marta Seiz, también del CSIC, concluye que en la mujer española que decide no procrear pesa más una situación socioeconómica precaria, sobre todo en lo laboral, y la ausencia de una pareja que pudiera servir de soporte, que una actitud menos orientada a la familia, con lo que "es muy difícil medir si se trata de una infecundidad voluntaria o forzosa", asegura.

Comments

Popular posts from this blog

Bukowski pelea con su alma.

Alone Across the Artic Crown

never been happy about any ones failure till now