"Un matrimonio sin descendencia es como un jardín sin flores", espetó hace años un amigo a Carmen, sin preguntarse siquiera por qué no quería tener hijos a pesar de llevar décadas de convivencia con su pareja. Ella no quiso entrar a explicarle sus motivos. "Es nuestra decisión, así entendemos la vida y así la disfrutamos: sin hijos", reflexiona esta funcionaria. Esta elección, considerada incluso anómala en el pasado, es cada vez más frecuente, aunque todavía minoritaria, entre las parejas españolas. Entre el 13% y el 14% de las mujeres nacidas en 1965 no tiene hijos, mientras que en la generación anterior, la de las venidas al mundo en 1955, ese porcentaje estaba en torno al 10%, según datos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Las estadísticas, sin embargo, no explican los motivos, al margen del 2% o 3% de los casos que, según estimaciones europeas, son por infertilidad. Entre quienes eligen esa opción de forma voluntaria "cuenta muc...