myBloog

Gatolove, my sweet love... Por esa administración tan complicada que hacemos del tiempo, se dió el día y salí a pasear por los correos y me disponía, justo hoy, a enviarte señales de vida, de mi vida, para que supieras que ahí estoy, aquí. Resultó que felizmente tú hacías lo mismo para mí. Te recuerdo harto, aveces me sorprendo preguntando qué será de tu paseo por la vida. Si el cambio (quedarse es otra forma de partir) trajo experiencias ricas y dulces, si ves todo con ojos optimistas y benevolentes, en fin, saber cómo te has sentido. No dejaré que con tanta facilidad y libertad nos alejemos. Por eso nos reencontramos: ahí está Gatoloco. Ese tránsito tan duro, esos caminos tortuosos que deben ser recorridos (solos o acompañados) hay que disfrutarlos. No solo por la paz que nos entregarán en un futuro sino también por lo que significan en el presente. Todo tiene un por qué. Si una circunstancia despierta tal o cual sentimiento es por algo, algo que eres, algo que deseas, algo que...

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos bus...